TÃtulo de serie: | Biblioteca Artigas: Colección de Clásicos Uruguayos, 22 | TÃtulo : | Motivos de Proteo T.2 | Tipo de documento: | texto impreso | Autores: | José Enrique Rodó | Editorial: | Montevideo [Uruguay] : Ministerio de Instruccion Pública y Previsión Social | Fecha de publicación: | 1957 | Número de páginas: | 280 p | Idioma : | Español (spa) | Palabras clave: | URUGUAY | Clasificación: | 080 Artigas 1957 V.22 T.2 VO | Nota de contenido: | Índice: LVII. Acertar con el género de la vocación, y no con la especie. Determinación estrechísima de la aptitud; espíritus de un solo tema. LVIII. Vocación que se define por eliminaciones sucesivas. LIX. Vacilaciones que resuelve el azar. LX. Falsa universalidad. La amplitud ha de manifestarse en la contemplación. LXI. Elemento volitivo que incluye toda aptitud en acto. La vocación y los males de la voluntad. LXII. Vocación truncada por deficiente voluntad. El amaneramiento. Ejemplos de modificación progresiva de la obra. El reposo del mediodía. LXIII. Exceso de amor que paraliza la aptitud. LXIV. El sueño de perfección y la voluntad ejecutiva. Dos linajes de artistas. Luca, fa presto. LXV. La colaboración. Casos que la justifican. La amistad en arte y ciencia. LXVI. Paso de una vocación a otra. De la acción a la contemplación; los grandes historiadores. De la contemplación a la acción. LXVII. Del arte a la ciencia; de la ciencia al arte; del arte a las letras; de una a otra; de la producción a la crítica; de la ciencia a la fe religiosa. LXVIII. Desdén o desamor por la aptitud que se tiene. Desproporción entre la vocación y lo espiritual. LXIX. Vestigios de una primera vocación en otra que la sustituye. LXX. Riesgos y engaños en el campo de la vocación, y utilidad que cabe en ellas. LXXII. Voz inquietante. Los mármoles sepultos. LXXIII. Las aptitudes perdidas en el fondo obscuro de la sociedad humana. La influencia negativa del medio social. LXXIV. Lucha entre la aptitud individual y la resistencia del medio. El pesimismo de Larra. LXXV. Engaños de la imitación cundo no se concilia con la autonomía de la personalidad. Falsedad radical de las escuelas. LXVII. Vocaciones malogradas. "ven, muerte, tan escondida..." Andrés Chénier. LXXVIII. Áyax, LXXIX. Resumen, Vocación y aptitud. LXXX. Quién no avanza, retrocede. El cambio ha de armonizarse con el orden. La inquietud del febricitante. LXXXI. Vulgar facilidad para el cambio por deficiencia de personalidad. LXXXXII. Ejemplo típico de renovación personal. El espíritu de Goethe. LXXXIII. El dilettantismo. Complejidad del alma contemporánea. LXXXIV. Diferencia entre el dilettantismo y la renovación positiva de la personalidad. LXXXV. Renovación falaz y artificiosa. Alcibíades. LXXXVI. Los viajes como instrumento de renovación. Aureola o penumbra de nuestro "yo". LXXXVII. La emancipación personal y la soledad. El monje Teótimo. LXXXVIII. La soledad y la permanencia en la patria. LXXXXIX. Los viajes y nuestra capacidad de simpatía. XC. La nostalgia: elementos que entran en ella. XCI. El viajero de vocación es un alma opuesta al asceta y el estoico. El vagabondaggio. XCII. Los viajeros del Renacimiento. El caminante: Paracelso. El viajero de vocación es siempre el caminante. XCIII. Viajeros que, a su vuelta, magnetizan una sociedad. Contrarias formas de esta influencia. XCIV. Los viajes en la educación del artista. XCV. Naturaleza y arte: Italia. Milton; Goethe. XCVI. Inconfundible sello de los viajes en la obra artística. XCVII. Los viajes en la revelación y el desenvolvimiento de las vocaciones científicas: Montesquieu, Stuart Mill. XCVIII. Almas simples e inmutables: una sola idea; un solo impulso de pasión. Sublimidad posible de estos caracteres. XCIX. Cabe también en ellos cierto género de gracia. La manzana de Safo. C. Dos distintas especies de almas entusiastas. Los seis peregrinos. CI. Necesidad de un principio director en el espíritu de cada uno de nosotros. Este principio puede ser inconsciente. CII. La influencia del techo. De cómo un principio director influye en todo lo del alma, sin necesidad de quedar solitario y único. CIII. El enamorado y la omnipresencia de su pasión. CIV. Una vocación suscita otras. Asociación o subordinación de vocaciones. Casos en que coexisten sin asociarse. CV. Vocaciones de arte y ciencia que se subordinan a la vida de acción. Diferentes vocaciones activas que se auxilian y complementan entre sí. Fecundidad de la unión de dos elementos contradictorios en una vocación compleja CVI. Vocaciones activas y subordinadas a las de la ciencia y el arte. CVII. Subordinación de una vocación artística a otra científica, y de una científica a otra artística. Asociación de diferentes vocaciones artísticas entre sí. Vocación de un arte interpretativa unida a la de la correspondiente arte creadora. Auxilios que se prestan la aptitud de producir y el entendimiento crítico. CVIII. Asociaciones permanentes entre las diferentes aptitudes científicas. Asociaciones puramente históricas o accidentales. La ciencia teórica y la facultad de su aplicación utilitaria. La facultad de enseñar, etc. CIX. Coexistencia de una vocación verdadera y otra falsa. CX. Otro punto de vista en la coexistencia y asociación de vocaciones. CXI. Virtud disciplinaria de toda potencia ideal que nos gobierna. CXII. La disciplina del amor y la calidad del objeto en que el amor se cifra. CXIII. De cómo una potencia ideal evita la pérdida de infinitas minuciosidades de nuestra actividad interna. CXIV. Hylas. CXV. Convicción, fe. La tolerancia y cómo ha de entendérsela. CXVI. Toda fe o convicción ha de ser modificable y perfectible. La sinceridad consigo mismo. CXVII. No es la convicción más honda la más igual y tranquila. CXVIII. Las petrificaciones orgánicas. Fe petrificada. Los que creen que creen. CXIX. Empezar por la simulación y acabar por la sinceridad. CXX. Posible autogestión en el apóstol. Una anécdota de Rousseau. CXXI. Proposición de un soliloquio fecundo.¡Ayúdate de la soledad y del silencio!... CXXII. "Jubileo" que debería existir. CXXIII. No hay convicción tal que no puedas dejar de trabajar sobre ella. CXXIV. Una convicción bien adquirida es un trabajo acumulado. CXXV. Voces que se oponen a la emancipación de una conciencia. Primera voz: la del orgullo. CXXVI Segunda voz: "¡Apóstata traidor"! CXXVII. La despedida de Gorgias. CXXVIII. "Aún tendría otra cosa que deciros, más no podríais llevarlas". CXXIX. La idea que se organiza en escuela o partido, pierde fatalmente parte de su esencia. Nombres que engendran odio. CXXX. Inconsecuencia aparente y perseverancia esencial. CXXXI. Apostasía con disfraz de constancia. CXXXII. Los amigos de Pirrón. CXXXIII. Tercera voz: ternura y gratitud. Cómo un primer amor puede vivir al través de los que le suceden. CXXXIV. Vestigio inmortal que deja de su paso toda fe sincera. CXXXV. Cuarta voz: Temor a la soledad y el desamparo. Los tres cuervos del descubrimiento de Islandia. CXXXVI. En el fuerte, la duda no es desconcierto ni ocio. La duda laboriosa es, como la fe principio de disciplina. CXXXVII. La idea, para ser eficaz, ha de acompañarse del sentimiento. El guijarro y el árbol. CXXXVIII. Conversiones livianas. La imaginación y la sensibilidad en la conversión. CXXXIX. La idea puede suscitar el sentimiento. Contradicciones íntimas. Toda pasión humana lleva en sí misma el germen de su disolución. CXL. Lucrecia y el mago. CXLI. Ante los muros de la cárcel. El criminal heroico. Fatalidad de un momento. El epiléptico en la tumba. CXLII. Tentaciones regresivas en la conversión incipiente. CXLIII. Un amplio don de expresión como incentivo de falsos cambios de ideas. CXLIV. La apostasía venal. CXLV. La pasión de Peregrino. Apostasía por codicia de fama. La falsa fuerza; la falsa originalidad. CXLVII. Versatilidad que remata en convicción firme y segura. CXLVIII. La vida es arte supremo. CXLIX. El primer instrumento de la regeneración es la esperanza de alcanzarla. CL. La esperanza como luz; la voluntad como fuerza. Omnipotencia de la voluntad. CLI. La pampa de granito. CLII. Sentido de esa parábola. CLIII. La voluntad colectiva. Un milagro del mapa. CLIV. La personalidad en los pueblos. CLV. El genio nacional. CLVI. Cambiar sin descaracterizarse. CLVII. Cuadro de otoño. CLVIII. Final. |
Biblioteca Artigas: Colección de Clásicos Uruguayos, 22. Motivos de Proteo T.2 [texto impreso] / José Enrique Rodó . - Montevideo (Uruguay) : Ministerio de Instruccion Pública y Previsión Social, 1957 . - 280 p. Idioma : Español ( spa) Palabras clave: | URUGUAY | Clasificación: | 080 Artigas 1957 V.22 T.2 VO | Nota de contenido: | Índice: LVII. Acertar con el género de la vocación, y no con la especie. Determinación estrechísima de la aptitud; espíritus de un solo tema. LVIII. Vocación que se define por eliminaciones sucesivas. LIX. Vacilaciones que resuelve el azar. LX. Falsa universalidad. La amplitud ha de manifestarse en la contemplación. LXI. Elemento volitivo que incluye toda aptitud en acto. La vocación y los males de la voluntad. LXII. Vocación truncada por deficiente voluntad. El amaneramiento. Ejemplos de modificación progresiva de la obra. El reposo del mediodía. LXIII. Exceso de amor que paraliza la aptitud. LXIV. El sueño de perfección y la voluntad ejecutiva. Dos linajes de artistas. Luca, fa presto. LXV. La colaboración. Casos que la justifican. La amistad en arte y ciencia. LXVI. Paso de una vocación a otra. De la acción a la contemplación; los grandes historiadores. De la contemplación a la acción. LXVII. Del arte a la ciencia; de la ciencia al arte; del arte a las letras; de una a otra; de la producción a la crítica; de la ciencia a la fe religiosa. LXVIII. Desdén o desamor por la aptitud que se tiene. Desproporción entre la vocación y lo espiritual. LXIX. Vestigios de una primera vocación en otra que la sustituye. LXX. Riesgos y engaños en el campo de la vocación, y utilidad que cabe en ellas. LXXII. Voz inquietante. Los mármoles sepultos. LXXIII. Las aptitudes perdidas en el fondo obscuro de la sociedad humana. La influencia negativa del medio social. LXXIV. Lucha entre la aptitud individual y la resistencia del medio. El pesimismo de Larra. LXXV. Engaños de la imitación cundo no se concilia con la autonomía de la personalidad. Falsedad radical de las escuelas. LXVII. Vocaciones malogradas. "ven, muerte, tan escondida..." Andrés Chénier. LXXVIII. Áyax, LXXIX. Resumen, Vocación y aptitud. LXXX. Quién no avanza, retrocede. El cambio ha de armonizarse con el orden. La inquietud del febricitante. LXXXI. Vulgar facilidad para el cambio por deficiencia de personalidad. LXXXXII. Ejemplo típico de renovación personal. El espíritu de Goethe. LXXXIII. El dilettantismo. Complejidad del alma contemporánea. LXXXIV. Diferencia entre el dilettantismo y la renovación positiva de la personalidad. LXXXV. Renovación falaz y artificiosa. Alcibíades. LXXXVI. Los viajes como instrumento de renovación. Aureola o penumbra de nuestro "yo". LXXXVII. La emancipación personal y la soledad. El monje Teótimo. LXXXVIII. La soledad y la permanencia en la patria. LXXXXIX. Los viajes y nuestra capacidad de simpatía. XC. La nostalgia: elementos que entran en ella. XCI. El viajero de vocación es un alma opuesta al asceta y el estoico. El vagabondaggio. XCII. Los viajeros del Renacimiento. El caminante: Paracelso. El viajero de vocación es siempre el caminante. XCIII. Viajeros que, a su vuelta, magnetizan una sociedad. Contrarias formas de esta influencia. XCIV. Los viajes en la educación del artista. XCV. Naturaleza y arte: Italia. Milton; Goethe. XCVI. Inconfundible sello de los viajes en la obra artística. XCVII. Los viajes en la revelación y el desenvolvimiento de las vocaciones científicas: Montesquieu, Stuart Mill. XCVIII. Almas simples e inmutables: una sola idea; un solo impulso de pasión. Sublimidad posible de estos caracteres. XCIX. Cabe también en ellos cierto género de gracia. La manzana de Safo. C. Dos distintas especies de almas entusiastas. Los seis peregrinos. CI. Necesidad de un principio director en el espíritu de cada uno de nosotros. Este principio puede ser inconsciente. CII. La influencia del techo. De cómo un principio director influye en todo lo del alma, sin necesidad de quedar solitario y único. CIII. El enamorado y la omnipresencia de su pasión. CIV. Una vocación suscita otras. Asociación o subordinación de vocaciones. Casos en que coexisten sin asociarse. CV. Vocaciones de arte y ciencia que se subordinan a la vida de acción. Diferentes vocaciones activas que se auxilian y complementan entre sí. Fecundidad de la unión de dos elementos contradictorios en una vocación compleja CVI. Vocaciones activas y subordinadas a las de la ciencia y el arte. CVII. Subordinación de una vocación artística a otra científica, y de una científica a otra artística. Asociación de diferentes vocaciones artísticas entre sí. Vocación de un arte interpretativa unida a la de la correspondiente arte creadora. Auxilios que se prestan la aptitud de producir y el entendimiento crítico. CVIII. Asociaciones permanentes entre las diferentes aptitudes científicas. Asociaciones puramente históricas o accidentales. La ciencia teórica y la facultad de su aplicación utilitaria. La facultad de enseñar, etc. CIX. Coexistencia de una vocación verdadera y otra falsa. CX. Otro punto de vista en la coexistencia y asociación de vocaciones. CXI. Virtud disciplinaria de toda potencia ideal que nos gobierna. CXII. La disciplina del amor y la calidad del objeto en que el amor se cifra. CXIII. De cómo una potencia ideal evita la pérdida de infinitas minuciosidades de nuestra actividad interna. CXIV. Hylas. CXV. Convicción, fe. La tolerancia y cómo ha de entendérsela. CXVI. Toda fe o convicción ha de ser modificable y perfectible. La sinceridad consigo mismo. CXVII. No es la convicción más honda la más igual y tranquila. CXVIII. Las petrificaciones orgánicas. Fe petrificada. Los que creen que creen. CXIX. Empezar por la simulación y acabar por la sinceridad. CXX. Posible autogestión en el apóstol. Una anécdota de Rousseau. CXXI. Proposición de un soliloquio fecundo.¡Ayúdate de la soledad y del silencio!... CXXII. "Jubileo" que debería existir. CXXIII. No hay convicción tal que no puedas dejar de trabajar sobre ella. CXXIV. Una convicción bien adquirida es un trabajo acumulado. CXXV. Voces que se oponen a la emancipación de una conciencia. Primera voz: la del orgullo. CXXVI Segunda voz: "¡Apóstata traidor"! CXXVII. La despedida de Gorgias. CXXVIII. "Aún tendría otra cosa que deciros, más no podríais llevarlas". CXXIX. La idea que se organiza en escuela o partido, pierde fatalmente parte de su esencia. Nombres que engendran odio. CXXX. Inconsecuencia aparente y perseverancia esencial. CXXXI. Apostasía con disfraz de constancia. CXXXII. Los amigos de Pirrón. CXXXIII. Tercera voz: ternura y gratitud. Cómo un primer amor puede vivir al través de los que le suceden. CXXXIV. Vestigio inmortal que deja de su paso toda fe sincera. CXXXV. Cuarta voz: Temor a la soledad y el desamparo. Los tres cuervos del descubrimiento de Islandia. CXXXVI. En el fuerte, la duda no es desconcierto ni ocio. La duda laboriosa es, como la fe principio de disciplina. CXXXVII. La idea, para ser eficaz, ha de acompañarse del sentimiento. El guijarro y el árbol. CXXXVIII. Conversiones livianas. La imaginación y la sensibilidad en la conversión. CXXXIX. La idea puede suscitar el sentimiento. Contradicciones íntimas. Toda pasión humana lleva en sí misma el germen de su disolución. CXL. Lucrecia y el mago. CXLI. Ante los muros de la cárcel. El criminal heroico. Fatalidad de un momento. El epiléptico en la tumba. CXLII. Tentaciones regresivas en la conversión incipiente. CXLIII. Un amplio don de expresión como incentivo de falsos cambios de ideas. CXLIV. La apostasía venal. CXLV. La pasión de Peregrino. Apostasía por codicia de fama. La falsa fuerza; la falsa originalidad. CXLVII. Versatilidad que remata en convicción firme y segura. CXLVIII. La vida es arte supremo. CXLIX. El primer instrumento de la regeneración es la esperanza de alcanzarla. CL. La esperanza como luz; la voluntad como fuerza. Omnipotencia de la voluntad. CLI. La pampa de granito. CLII. Sentido de esa parábola. CLIII. La voluntad colectiva. Un milagro del mapa. CLIV. La personalidad en los pueblos. CLV. El genio nacional. CLVI. Cambiar sin descaracterizarse. CLVII. Cuadro de otoño. CLVIII. Final. |
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