TÃtulo : | Cazadores de cabezas en el Amazonas | Tipo de documento: | texto impreso | Autores: | F. W. Up de Graff, Autor | Editorial: | Barcelona [España] : Ediciones B | Fecha de publicación: | 2000 | Colección: | Grandes Viajeros | Número de páginas: | 355 p | ISBN/ISSN/DL: | 978-84-406-9257-9 | Idioma : | Español (spa) | Nota de contenido: | Up de Graff llegó a Quito en 1894 en busca de fortuna y aventura. Tras varios intentos infructuosos, como el de instalar una explotación de sal a más de 4.000 metros de altura, emprendió viaje tierra adentro_ hacia la desembocadura del Amazonas_ para embarcarse de vuelta a Nueva York. Calculaba que el trayecto en piragua por el Napo y el Marañón le llevaría sólo unos meses, pero no contaba con Jack Rouse, un fugado de la justicia al que se unió para probar suerte en la extracción del caucho. Ambos viajaban con escasa noción de los peligros de la selva: desde los depredadores, serpientes y alimañas, hasta los angustiosos y rápidos remolinos, capaces de tragarse una embarcación entera. Perdidos en más de una ocasión een medio de la selva, atormentados por el hambre y los insectos, que les dejaban las extremidades en carne viva, habrían de sufrir además numerosos tropiezos con los propios caucheros y con las tribus indígenas; especialmente con los jíbaros. Aunque parezca increíble, De Graff salvó el pellejo y pudo contarlo (incluso la técnica de reducción de cabezas). Y si no tuvo fortuna ni con el caucho ni con "el oro de los incas", sí habría de tenerla en cambio con este libro, que constituye una extraordinaria novela de aventuras.
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Cazadores de cabezas en el Amazonas [texto impreso] / F. W. Up de Graff, Autor . - Ediciones B, 2000 . - 355 p. - ( Grandes Viajeros) . ISSN : 978-84-406-9257-9 Idioma : Español ( spa) Nota de contenido: | Up de Graff llegó a Quito en 1894 en busca de fortuna y aventura. Tras varios intentos infructuosos, como el de instalar una explotación de sal a más de 4.000 metros de altura, emprendió viaje tierra adentro_ hacia la desembocadura del Amazonas_ para embarcarse de vuelta a Nueva York. Calculaba que el trayecto en piragua por el Napo y el Marañón le llevaría sólo unos meses, pero no contaba con Jack Rouse, un fugado de la justicia al que se unió para probar suerte en la extracción del caucho. Ambos viajaban con escasa noción de los peligros de la selva: desde los depredadores, serpientes y alimañas, hasta los angustiosos y rápidos remolinos, capaces de tragarse una embarcación entera. Perdidos en más de una ocasión een medio de la selva, atormentados por el hambre y los insectos, que les dejaban las extremidades en carne viva, habrían de sufrir además numerosos tropiezos con los propios caucheros y con las tribus indígenas; especialmente con los jíbaros. Aunque parezca increíble, De Graff salvó el pellejo y pudo contarlo (incluso la técnica de reducción de cabezas). Y si no tuvo fortuna ni con el caucho ni con "el oro de los incas", sí habría de tenerla en cambio con este libro, que constituye una extraordinaria novela de aventuras.
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