Título : | ¿Por qué me has abandonado? : El psicoanálisis y el fin de la sociedad patriarcal | Tipo de documento: | documento electrónico | Autores: | Daniel Gil, Autor ; Sandino Núñez (1961), Autor | Editorial: | Montevideo [Uruguay] : Trilce | Fecha de publicación: | 2002 | Colección: | Impertinencias | Número de páginas: | 234 p | ISBN/ISSN/DL: | 978-9974-322-91-2 | Idioma : | Español (spa) | Clasificación: | [Palabras claves]FAMILIA [Palabras claves]FILOSOFÍA [Palabras claves]INCESTO [Palabras claves]PATRIARCADO
| Resumen: | En el primer capítulo se recorren las distintas formas que ha tenido la familia en Occidente, y se la analiza como una construcción social cuya forma está determinada por problemas económicos y políticos y que la familia nuclear, que se constituye en el siglo XIX, no es la estructura básica de LA FAMILIA, dando un lugar especial, en el subcapítulo final, a los movimientos feministas y al fin del patriarcado. En el segundo capítulo se estudian los lugares del hombre y la mujer en lo referente a las funciones llamadas paterna y materna, como si ellas fueran un destino, ligadas al sexo, o mejor, al género. Para ello se cotejan esas funciones en distintas culturas, desde las llamadas primitivas, la musulmana, y la variación de las llamadas funciones paterna y materna en Occidente y, más concretamente, en nuestro país, desde el Uruguay de la “cultura bárbara” a la actualidad. Por último, en el tercer capítulo, se analiza la prohibición del incesto, se la redefine, y se historiza el complejo de Edipo, es decir, se discute su carácter de universal y, siguiendo las ideas de Deleuze y Guattari y de Foucault, se lo ubica como una construcción fundamental de la modernidad. La segunda parte del libro trata, precisamente, de traer a los “doctores del alma y de la palabra” (la psicopatología, y, específicamente, el psicoanálisis), a su dimensión política. “Paranoia” y “Transferencia y Aparatos Transferenciales del Estado” son, en rigor, el mismo trabajo. Intentan ubicar a la psicopatología psicoanalítica
dentro del juego de la economía política moderna. La “revolución” freudiana habría consistido en operar el pasaje de una psiquiatría o una neuropsiquiatría que trabaja con cuerpos y cosas a una hermenéutica didáctica que trabaja con discursos y subjetividades, del mismo modo en que la economía del poder sobre las poblaciones, desde el siglo XVII, se trasladaba de lo militar a lo político, desde el control, la disciplina y la vigilancia de los cuerpos a la educación y la gobernabilidad de los sujetos. La psicopatología de la vida cotidiana o La interpretación de los sueños deberían leerse como unos de los más brillantes tratados de gobierno moderno. El psicoanálisis es un pensamiento de Estado, es la voz de un Estado-padre, un Estado educador y creador de sujetos. Esto plantea problemas ni bien se sospecha o se advierte la insalvable contradicción entre “revolución” y “pensamiento de Estado”, atributos que se solapan o se alternan en la caracterización del psi-
coanálisis. Esta contradicción atraviesa en mayor o menor medida a la filosofía crítica y a la vocación netamente política de su discurso en los sesenta y setenta. Para Deleuze y Guattari (y aun para Foucault),
por ejemplo, el psicoanálisis es un dispositivo destinado a imponer, en la vasta y compleja constelación imaginaria, un familiarismo piramidal, tonto y pequeñoburgués, destinado a señalar, a enfatizar y a dar relieve, invariablemente, a la figura de papá (mamá-nene).
Edipo es una contrainte, una familiarización y una domesticación del deseo, y en la promesa de iberarnos de todas las represiones, el psicoanálisis no hace sino inventarlas e instalárnoslas. Inequívocamente, se escucha aquí la voz de una desilusión. Decepciona descubrir en Freud a un pensador de Estado allí donde alguna vez latió la esperanza revolucionaria. Decepciona que alguien que habla de deseo o de inconsciente pueda manejar un discurso estatal que habla de carencia, de estructura y aun de sujeto, o de familia, Edipo y castración. Ahora bien. Pasada la etapa y la furia de la decepción, podemos modificar los procedimientos interpretativos. Pues no debería resultar en absoluto asombroso que el Estado moderno, si inventa sujetos y sociedad civil y establece la neurosis de transferencia (instituciones, símbolos y terceridad) como el gran
pacto discursivo de la gobernabilidad, termine por encontrar, luego de sus recorridos interpretativos, sujetos y neurosis de transferencia. Tampoco debería asombrar a nadie que el Estado busque imponer
neurosis de transferencia allí donde la gobernabilidad es problemática o confusa. La segunda parte de este libro, en resumen, trata de mostrar que el funcionamiento político del psicoanálisis transcurre precisamente
allí donde el epistemólogo lo descalifica y lo expulsa por inconsistente, y allí donde la crítica structuralista lo enmudece por ser una mitología de clase y una contrainte del poder. | Licencia : | Dominio Público | En línea: | www.trilce.com.uy/pdf/por-que-me-has.pdf |
¿Por qué me has abandonado? : El psicoanálisis y el fin de la sociedad patriarcal [documento electrónico] / Daniel Gil, Autor ; Sandino Núñez (1961), Autor . - Trilce, 2002 . - 234 p. - ( Impertinencias) . ISBN : 978-9974-322-91-2 Idioma : Español ( spa) Clasificación: | [Palabras claves]FAMILIA [Palabras claves]FILOSOFÍA [Palabras claves]INCESTO [Palabras claves]PATRIARCADO
| Resumen: | En el primer capítulo se recorren las distintas formas que ha tenido la familia en Occidente, y se la analiza como una construcción social cuya forma está determinada por problemas económicos y políticos y que la familia nuclear, que se constituye en el siglo XIX, no es la estructura básica de LA FAMILIA, dando un lugar especial, en el subcapítulo final, a los movimientos feministas y al fin del patriarcado. En el segundo capítulo se estudian los lugares del hombre y la mujer en lo referente a las funciones llamadas paterna y materna, como si ellas fueran un destino, ligadas al sexo, o mejor, al género. Para ello se cotejan esas funciones en distintas culturas, desde las llamadas primitivas, la musulmana, y la variación de las llamadas funciones paterna y materna en Occidente y, más concretamente, en nuestro país, desde el Uruguay de la “cultura bárbara” a la actualidad. Por último, en el tercer capítulo, se analiza la prohibición del incesto, se la redefine, y se historiza el complejo de Edipo, es decir, se discute su carácter de universal y, siguiendo las ideas de Deleuze y Guattari y de Foucault, se lo ubica como una construcción fundamental de la modernidad. La segunda parte del libro trata, precisamente, de traer a los “doctores del alma y de la palabra” (la psicopatología, y, específicamente, el psicoanálisis), a su dimensión política. “Paranoia” y “Transferencia y Aparatos Transferenciales del Estado” son, en rigor, el mismo trabajo. Intentan ubicar a la psicopatología psicoanalítica
dentro del juego de la economía política moderna. La “revolución” freudiana habría consistido en operar el pasaje de una psiquiatría o una neuropsiquiatría que trabaja con cuerpos y cosas a una hermenéutica didáctica que trabaja con discursos y subjetividades, del mismo modo en que la economía del poder sobre las poblaciones, desde el siglo XVII, se trasladaba de lo militar a lo político, desde el control, la disciplina y la vigilancia de los cuerpos a la educación y la gobernabilidad de los sujetos. La psicopatología de la vida cotidiana o La interpretación de los sueños deberían leerse como unos de los más brillantes tratados de gobierno moderno. El psicoanálisis es un pensamiento de Estado, es la voz de un Estado-padre, un Estado educador y creador de sujetos. Esto plantea problemas ni bien se sospecha o se advierte la insalvable contradicción entre “revolución” y “pensamiento de Estado”, atributos que se solapan o se alternan en la caracterización del psi-
coanálisis. Esta contradicción atraviesa en mayor o menor medida a la filosofía crítica y a la vocación netamente política de su discurso en los sesenta y setenta. Para Deleuze y Guattari (y aun para Foucault),
por ejemplo, el psicoanálisis es un dispositivo destinado a imponer, en la vasta y compleja constelación imaginaria, un familiarismo piramidal, tonto y pequeñoburgués, destinado a señalar, a enfatizar y a dar relieve, invariablemente, a la figura de papá (mamá-nene).
Edipo es una contrainte, una familiarización y una domesticación del deseo, y en la promesa de iberarnos de todas las represiones, el psicoanálisis no hace sino inventarlas e instalárnoslas. Inequívocamente, se escucha aquí la voz de una desilusión. Decepciona descubrir en Freud a un pensador de Estado allí donde alguna vez latió la esperanza revolucionaria. Decepciona que alguien que habla de deseo o de inconsciente pueda manejar un discurso estatal que habla de carencia, de estructura y aun de sujeto, o de familia, Edipo y castración. Ahora bien. Pasada la etapa y la furia de la decepción, podemos modificar los procedimientos interpretativos. Pues no debería resultar en absoluto asombroso que el Estado moderno, si inventa sujetos y sociedad civil y establece la neurosis de transferencia (instituciones, símbolos y terceridad) como el gran
pacto discursivo de la gobernabilidad, termine por encontrar, luego de sus recorridos interpretativos, sujetos y neurosis de transferencia. Tampoco debería asombrar a nadie que el Estado busque imponer
neurosis de transferencia allí donde la gobernabilidad es problemática o confusa. La segunda parte de este libro, en resumen, trata de mostrar que el funcionamiento político del psicoanálisis transcurre precisamente
allí donde el epistemólogo lo descalifica y lo expulsa por inconsistente, y allí donde la crítica structuralista lo enmudece por ser una mitología de clase y una contrainte del poder. | Licencia : | Dominio Público | En línea: | www.trilce.com.uy/pdf/por-que-me-has.pdf |
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