TÃtulo : | Los cortejos del diablo : balada de tiempos de brujas | Tipo de documento: | texto impreso | Autores: | Germán Espinosa (1938-), Autor | Editorial: | Montevideo : Alfa | Fecha de publicación: | 1970 | Idioma : | Español (spa) | Clasificación: | [Palabras claves]LITERATURA COLOMBIANA [Palabras claves]NOVELA COLOMBIANA
| Resumen: | El tribunal de la Inquisición de Cartagena, Colombia, fue levantado en 1610 por Juan de Mañozca y Zamora, un hombre graduado en letras de la Universidad de México y antiguo bachiller de Salamanca, España. TenÃa una cultura conformista, es decir, suficiente para reconocer lo que no oliera a cristiano, y quemarlo.
No era extraño que los inquisidores pasaran por una uniÂversidad. Ya el humanista español Luis Vives habÃa dado a entender que los odios de los ignorantes son inconsistentes, pero los de los sabios a medias, sólidos, tan sólidos como una pared sin ventanas. Sin luz de reÂconciliación.
Mañozca detestaba el sopor caribeño que le hacÃa sudar las manos y borrar lo que habÃa logrado escribir en sus pliegos de acusaciones. Como luego serÃa inquisidor en Lima y en México, habÃa aceptado el cargo en Cartagena como escalafón, pero la pasó muy aburrido porque sólo pudo quemar a dos judÃos, y en su persecución de brujas (mujeres inteligentes y sexualmente activas) no contaba con la ayuda de una población esencialmente africana, negra, comerciante. Cayó en la cuenta de que una Inquisición en pleno trópico no podÃa ser sino deÂlirante, y no hizo mas que quejarse.
Muchos años después, magistralmenÂte, Mañozca salió retratado en una de las mejores novelas colombianas del siglo XX, \"Los cortejos del diablo: balada en tiempos de brujas\" (1970), del gran Germán Espinosa (1938-2007). Ya sabemos que la imagiÂnación a ratos arroja más datos fidedignos que la historia documental. PorÂque
curiosamente Germán Espinosa imaginó cómo esos inquisidores de Cartagena azotan y flagelan cuánto pueden a Lorenzo Spinoza, un comerÂciante judÃo proveniente de Holanda. El reo Spinoza se cuelga del pescueÂzo un letrero con la frase Deus sive natura, y los inquisidores se desesperan por sus explicaciones eruditas.
\"-¿Es una frase del talmud? -rugió Mañozga, quitándose el jubón de los homÂbros y arrojándolo lejos, como si se aprestara a librar una batalla, no contra el réprobo, sino contra la temperatura que parecÃa amazacotarse en aquella atÂmósfera mefÃtica.
-No -dijo Lorenzo Spinoza [...] Digo que no es del talmud palestino ni del talmud babilónico.
-¿De cuál Talmud entonces, coño de tu bisabuela?
-Vosotros no comprenderéis jamás -porfió el judÃo con el cuerpo desmazalado bajo los azotes- el sentido del Deus sive natura. No adoráis a Dios por amor, sino por temor. Y acabarÃais adorando al demonio si se os apareciera. Es inútil. No me sacaréis una palabra más. Decid pronto lo que queréis que no gasto mis arguÂmentos ante tontos.\"
La ilustración a medias del inquisidor Mañozga -a medias también fue la de España y sus ex colonias- no ve otra cosa que no sean sectarismos. Nadie duda que ese inquisidor haya sido letrado (ese vago término que nutrÃa de arrogancia a los hidalgos): pero es en esa pretensión intelectual donde desÂcansa gran parte de la violencia del mundo hispánico. Hace falta en la prensa y en las universidades mucha heterodoxia: gente sin cadenas con ninguna secta o claustro o grupo económico, es decir, más brujas y brujos. De lo contrario, las cátedras universitarias y el periodismo y las columnas de opinión se parecerán mucho a la polÃtica, que sólo insiste en un solo aspecto de las cuestiones fingiendo ignorar todo lo demás. |
Los cortejos del diablo : balada de tiempos de brujas [texto impreso] / Germán Espinosa (1938-), Autor . - Montevideo : Alfa, 1970. Idioma : Español ( spa) Clasificación: | [Palabras claves]LITERATURA COLOMBIANA [Palabras claves]NOVELA COLOMBIANA
| Resumen: | El tribunal de la Inquisición de Cartagena, Colombia, fue levantado en 1610 por Juan de Mañozca y Zamora, un hombre graduado en letras de la Universidad de México y antiguo bachiller de Salamanca, España. TenÃa una cultura conformista, es decir, suficiente para reconocer lo que no oliera a cristiano, y quemarlo.
No era extraño que los inquisidores pasaran por una uniÂversidad. Ya el humanista español Luis Vives habÃa dado a entender que los odios de los ignorantes son inconsistentes, pero los de los sabios a medias, sólidos, tan sólidos como una pared sin ventanas. Sin luz de reÂconciliación.
Mañozca detestaba el sopor caribeño que le hacÃa sudar las manos y borrar lo que habÃa logrado escribir en sus pliegos de acusaciones. Como luego serÃa inquisidor en Lima y en México, habÃa aceptado el cargo en Cartagena como escalafón, pero la pasó muy aburrido porque sólo pudo quemar a dos judÃos, y en su persecución de brujas (mujeres inteligentes y sexualmente activas) no contaba con la ayuda de una población esencialmente africana, negra, comerciante. Cayó en la cuenta de que una Inquisición en pleno trópico no podÃa ser sino deÂlirante, y no hizo mas que quejarse.
Muchos años después, magistralmenÂte, Mañozca salió retratado en una de las mejores novelas colombianas del siglo XX, \"Los cortejos del diablo: balada en tiempos de brujas\" (1970), del gran Germán Espinosa (1938-2007). Ya sabemos que la imagiÂnación a ratos arroja más datos fidedignos que la historia documental. PorÂque
curiosamente Germán Espinosa imaginó cómo esos inquisidores de Cartagena azotan y flagelan cuánto pueden a Lorenzo Spinoza, un comerÂciante judÃo proveniente de Holanda. El reo Spinoza se cuelga del pescueÂzo un letrero con la frase Deus sive natura, y los inquisidores se desesperan por sus explicaciones eruditas.
\"-¿Es una frase del talmud? -rugió Mañozga, quitándose el jubón de los homÂbros y arrojándolo lejos, como si se aprestara a librar una batalla, no contra el réprobo, sino contra la temperatura que parecÃa amazacotarse en aquella atÂmósfera mefÃtica.
-No -dijo Lorenzo Spinoza [...] Digo que no es del talmud palestino ni del talmud babilónico.
-¿De cuál Talmud entonces, coño de tu bisabuela?
-Vosotros no comprenderéis jamás -porfió el judÃo con el cuerpo desmazalado bajo los azotes- el sentido del Deus sive natura. No adoráis a Dios por amor, sino por temor. Y acabarÃais adorando al demonio si se os apareciera. Es inútil. No me sacaréis una palabra más. Decid pronto lo que queréis que no gasto mis arguÂmentos ante tontos.\"
La ilustración a medias del inquisidor Mañozga -a medias también fue la de España y sus ex colonias- no ve otra cosa que no sean sectarismos. Nadie duda que ese inquisidor haya sido letrado (ese vago término que nutrÃa de arrogancia a los hidalgos): pero es en esa pretensión intelectual donde desÂcansa gran parte de la violencia del mundo hispánico. Hace falta en la prensa y en las universidades mucha heterodoxia: gente sin cadenas con ninguna secta o claustro o grupo económico, es decir, más brujas y brujos. De lo contrario, las cátedras universitarias y el periodismo y las columnas de opinión se parecerán mucho a la polÃtica, que sólo insiste en un solo aspecto de las cuestiones fingiendo ignorar todo lo demás. |
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