TÃtulo : | Los contactos furtivos | Tipo de documento: | texto impreso | Autores: | Antonio Rabinad (1927-2009), Autor | Editorial: | Barcelona : Bruguera | Fecha de publicación: | 1985 | Colección: | Libro Amigo | Número de páginas: | 216 p | ISBN/ISSN/DL: | 978-84-02-10447-2 | Idioma : | Español (spa) | Clasificación: | [Palabras claves]LITERATURA ESPAÑOLA [Palabras claves]NOVELA ESPAÑOLA
| Resumen: | Azarosa la historia de Los contactos furtivos, una de las novelas auténticamente malditas de los años cincuenta, archivada en la memoria de un puñado de lectores y de algunos crÃticos, aunque no con la suficiente nitidez como para ser ese libro que la mano escoge con decisión en la estanterÃa de la memoria. En parte, esa falta de nitidez se debe a la desinformación pública que rodeaba a la "otra literatura" en los años de la postguerra, pero también a que la novela de Rabinad tampoco se cobijó dentro de la catacumba de la literatura crÃtica, o al menos no fue entonces bautizada como tal, ni promocionada oralmente por los valedores de la literatura social. Era una novela outsider, escrita por un outsider, sobre un tema fronterizo, ubicado en la frontera de una ciudad.
La novela nace con una muerte, la del director de una Academia en la que Rodell se ha formado, y la muerte está presente en toda la novela, como una premonición casi onÃrica en el pobre Doriac o como una crueldad innecesaria en la persona de la destruida madre de Rodell. El novelista no ha escogido personajes singulares, ni un fragmento singular de vida, pero ha tenido el suficiente talento como para hacer literarias, hermosamente literarias, vidas y experiencias de una mediocridad exasperante. Y al mismo tiempo, tal vez incluso sin habérselo propuesto, ha ofrecido un cuadro social lleno de historicidad: asà eran las clases populares catalanas en los años cincuenta, antes de recibir la descarga eléctrica del consumismo. HabrÃa que emparentar Los contactos furtivos con una tradición testimonial del temple de la Barcelona de la postguerra en la que figura Nada de Carmen Laforet y la novelÃstica de Pedrolo nutrida de personajes que convierten su irrelevancia en relevancia literaria.
Crónica de una ciudad en sus limites, de un tiempo a punto de cambiar, de una manera de ser de gentes apocadas y de una sexualidad cargada con las cadenas del complejo de culpabilidad y de las satisfacciones furtivas. El hermoso tÃtulo de la novela esconde la filosofÃa total del autor en las relaciones entre las personas y de las personas con la realidad. Casi todos sus personajes son apocados cazadores furtivos de felicidades imposibles o crueles, pobres cazadores furtivos clientes del pan o del hambre que se irán de esta vida con todas las hambres aplazadas y en las yemas de los dedos o los ojos, quizá, en el mejor de los casos, los restos de un contacto robado. Novela también sobre el tema de la educación sentimental, en este caso de Rodell, y del perpetuo combate imposible entre la realidad y el deseo, en ese bello monstruo que es Doriac.
DifÃcil de entender el asfixiante clima de represión sexual que garantizaba, materializaba espiritualmente, todas las demás represiones generales. DifÃcil de entender tal vez para gentes que han crecido más libres. Interesante pues la contribución de la novela a una posible historia de la mala y la falsa conciencia del amor y del sexo, a la rememoración de unos tiempos cercanÃsimos en los que el pecado de Onán ocupaba el primer puesto en el hit parade de los confesionarios. Ese también. También ese contacto con uno mismo solÃa ser furtivo. |
Los contactos furtivos [texto impreso] / Antonio Rabinad (1927-2009), Autor . - Bruguera, 1985 . - 216 p. - ( Libro Amigo) . ISBN : 978-84-02-10447-2 Idioma : Español ( spa) Clasificación: | [Palabras claves]LITERATURA ESPAÑOLA [Palabras claves]NOVELA ESPAÑOLA
| Resumen: | Azarosa la historia de Los contactos furtivos, una de las novelas auténticamente malditas de los años cincuenta, archivada en la memoria de un puñado de lectores y de algunos crÃticos, aunque no con la suficiente nitidez como para ser ese libro que la mano escoge con decisión en la estanterÃa de la memoria. En parte, esa falta de nitidez se debe a la desinformación pública que rodeaba a la "otra literatura" en los años de la postguerra, pero también a que la novela de Rabinad tampoco se cobijó dentro de la catacumba de la literatura crÃtica, o al menos no fue entonces bautizada como tal, ni promocionada oralmente por los valedores de la literatura social. Era una novela outsider, escrita por un outsider, sobre un tema fronterizo, ubicado en la frontera de una ciudad.
La novela nace con una muerte, la del director de una Academia en la que Rodell se ha formado, y la muerte está presente en toda la novela, como una premonición casi onÃrica en el pobre Doriac o como una crueldad innecesaria en la persona de la destruida madre de Rodell. El novelista no ha escogido personajes singulares, ni un fragmento singular de vida, pero ha tenido el suficiente talento como para hacer literarias, hermosamente literarias, vidas y experiencias de una mediocridad exasperante. Y al mismo tiempo, tal vez incluso sin habérselo propuesto, ha ofrecido un cuadro social lleno de historicidad: asà eran las clases populares catalanas en los años cincuenta, antes de recibir la descarga eléctrica del consumismo. HabrÃa que emparentar Los contactos furtivos con una tradición testimonial del temple de la Barcelona de la postguerra en la que figura Nada de Carmen Laforet y la novelÃstica de Pedrolo nutrida de personajes que convierten su irrelevancia en relevancia literaria.
Crónica de una ciudad en sus limites, de un tiempo a punto de cambiar, de una manera de ser de gentes apocadas y de una sexualidad cargada con las cadenas del complejo de culpabilidad y de las satisfacciones furtivas. El hermoso tÃtulo de la novela esconde la filosofÃa total del autor en las relaciones entre las personas y de las personas con la realidad. Casi todos sus personajes son apocados cazadores furtivos de felicidades imposibles o crueles, pobres cazadores furtivos clientes del pan o del hambre que se irán de esta vida con todas las hambres aplazadas y en las yemas de los dedos o los ojos, quizá, en el mejor de los casos, los restos de un contacto robado. Novela también sobre el tema de la educación sentimental, en este caso de Rodell, y del perpetuo combate imposible entre la realidad y el deseo, en ese bello monstruo que es Doriac.
DifÃcil de entender el asfixiante clima de represión sexual que garantizaba, materializaba espiritualmente, todas las demás represiones generales. DifÃcil de entender tal vez para gentes que han crecido más libres. Interesante pues la contribución de la novela a una posible historia de la mala y la falsa conciencia del amor y del sexo, a la rememoración de unos tiempos cercanÃsimos en los que el pecado de Onán ocupaba el primer puesto en el hit parade de los confesionarios. Ese también. También ese contacto con uno mismo solÃa ser furtivo. |
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