TÃtulo : | El Duke | Tipo de documento: | texto impreso | Autores: | Enrique Medina (1937-), Autor | Editorial: | Buenos Aires [Argentina] : Eskol | Fecha de publicación: | 1976 | Número de páginas: | 188 p | Idioma : | Español (spa) | Clasificación: | [Palabras claves]LITERATURA ARGENTINA [Palabras claves]NOVELA ARGENTINA
| Resumen: | Entre esta nueva novela de Medina y algunas de sus anteriores narraciones, se hace visible una constante que se da no tanto en la temática como en el clima de excitado realismo que envuelve a los hechos a través de los cuales el hombre lucha a ciegas con la fatalidad o el destino. Cabe señalar que Medina se siente más inclinado a desentrañar la verdad oculta en las cosas mÃnimas, que a exaltar fingidas grandezas. Y que no edifica héroes para luego demolerlos, regodearse en la visión de su caÃda. SerÃa un procedimiento cruel, reñido con su solidaria frecuentación de lo humilde, de lo condenado a diluirse en su propia opacidad. Lo cruel está en todo lo que depara una existencia oscura y desvalida; la de unos personajes fondeados en ámbitos sombrÃos, en patente o latente estado de disgregación. Son casi siempre seres marginados que procuran emerger a la vida sobre el filo de desdichadas experiencias y con el lastre de atroces pasados. No pueden asumirse sino en función de su propia insignificancia. A lo sumo les está permitido alcanzar una gloria efÃmera, como ese boxeador –El Duke- que Medina ha moldeado de manera convincente. Surgido de la nada, no tarda en volver a la nada tras haber sido aclamado como Ãdolo de fervorosas multitudes. Pero Medina plantea o insinúa algo más; de lo contrario, las cinematográficas irrupciones de un extraño clan dedicado a cometer toda suerte de fechorÃas, quedarÃa como un hecho gratuito. Entre esos malhechores figura también El Duke, dando motivo asà a una relación de circunstancias que avalan la sospecha de que Medina escogió a un boxeador porque el puño enardecido, descargando su furia sobre un rostro, adquiere la categorÃa de un sÃmbolo: la violencia que se instala en la novela y la proyecta al plano universal. Medina utiliza, aunque esquemáticamente, los elementos necesarios para dar la medida de la realidad que explora por fuera (siguiendo el curso de los hechos) y por dentro, dejando que el propio protagonista se convierta en el relator de sà mismo, entregado a un largo monólogo interior que le permite llegar rápidamente, por los atajos de una escritura libre o automática, a los numerosos episodios de su vida pasada. |
El Duke [texto impreso] / Enrique Medina (1937-), Autor . - Buenos Aires (Argentina) : Eskol, 1976 . - 188 p. Idioma : Español ( spa) Clasificación: | [Palabras claves]LITERATURA ARGENTINA [Palabras claves]NOVELA ARGENTINA
| Resumen: | Entre esta nueva novela de Medina y algunas de sus anteriores narraciones, se hace visible una constante que se da no tanto en la temática como en el clima de excitado realismo que envuelve a los hechos a través de los cuales el hombre lucha a ciegas con la fatalidad o el destino. Cabe señalar que Medina se siente más inclinado a desentrañar la verdad oculta en las cosas mÃnimas, que a exaltar fingidas grandezas. Y que no edifica héroes para luego demolerlos, regodearse en la visión de su caÃda. SerÃa un procedimiento cruel, reñido con su solidaria frecuentación de lo humilde, de lo condenado a diluirse en su propia opacidad. Lo cruel está en todo lo que depara una existencia oscura y desvalida; la de unos personajes fondeados en ámbitos sombrÃos, en patente o latente estado de disgregación. Son casi siempre seres marginados que procuran emerger a la vida sobre el filo de desdichadas experiencias y con el lastre de atroces pasados. No pueden asumirse sino en función de su propia insignificancia. A lo sumo les está permitido alcanzar una gloria efÃmera, como ese boxeador –El Duke- que Medina ha moldeado de manera convincente. Surgido de la nada, no tarda en volver a la nada tras haber sido aclamado como Ãdolo de fervorosas multitudes. Pero Medina plantea o insinúa algo más; de lo contrario, las cinematográficas irrupciones de un extraño clan dedicado a cometer toda suerte de fechorÃas, quedarÃa como un hecho gratuito. Entre esos malhechores figura también El Duke, dando motivo asà a una relación de circunstancias que avalan la sospecha de que Medina escogió a un boxeador porque el puño enardecido, descargando su furia sobre un rostro, adquiere la categorÃa de un sÃmbolo: la violencia que se instala en la novela y la proyecta al plano universal. Medina utiliza, aunque esquemáticamente, los elementos necesarios para dar la medida de la realidad que explora por fuera (siguiendo el curso de los hechos) y por dentro, dejando que el propio protagonista se convierta en el relator de sà mismo, entregado a un largo monólogo interior que le permite llegar rápidamente, por los atajos de una escritura libre o automática, a los numerosos episodios de su vida pasada. |
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