Título : | Motivos de Proteo | Tipo de documento: | texto impreso | Autores: | José Enrique Rodó, Autor | Mención de edición: | 1a. ed. | Editorial: | Montevideo [Uruguay] : Barreiro y Ramos | Fecha de publicación: | 1956 | Colección: | Obras completas de José E. Rodó num. 3 | Número de páginas: | 357 p. | ISBN/ISSN/DL: | 978-9974-688-00-1 | Idioma : | Español (spa) | Palabras clave: | LITERATURA URUGUAYA. RODÓ, JOSÉ ENRIQUE 1871-1917. ENSAYO. | Nota de contenido: | I) Reformarse es vivir. Nuestra transformación personal en el tiempo.--- II) La voluntad rige esta transformación y la orienta. Persistencia indefinida de la educación.--- III) Orden y medida en el cambio. La curva.--- IV)Armonía de las edades. Ancianidad gloriosa.--- V) Un friso del Partenón.--- VI) De cómo el tránsito violento suele ser necesario. Ejemplo de él en el desenvolvimiento natural.--- VII) Cambio consciente y orientado, siempre.--- VIII) Mirando jugar a un niño.--- IX) Sentido de esta parábola.--- X) Actitud en la desilusión y el fracaso. Todo bien puede ser sustituido por otro género de bien.--- XI) Don Quijote vencido.--- XII) El dolor de una vocación defraudada. Las reservas de nuestro espíritu.--- XIII) Aptitudes que se revelan con la pérdida de otras.--- XIV) Obstáculos de orden moral que suscitan aptitudes nuevas.--- XV) ¿Qué vienes de buscar?....--- XVI) Hay una senda segura, y es la que va a lo hondo de uno mismo.--- XVII) La respuesta de Leuconoe.--- XVIII) Espacio, espacio es lo que te queda...--- XIX) El conocimiento propio como antecedente de la acción. Amiel y Marco Aurelio.-- XX) La sugestión social.--- XXI) El «yo» ficticio.--- XXII) La inscripción del Faro de Alejandría.--- XXIII) ¡Ése no eres tú!.--- XXIV) La multitud de los que se ignoran a sí mismos.--- XXV) Peer Gynt.--- XXVI) Nuestra complejidad personal. Nadie diga: «tal soy, tal seré siempre».--- XXVII) El meditador y el esclavo.--- XXVIII) ¿Nunca te has sentido distinto de ti mismo?.--- XXIX) Imposibilidad de una igualdad perenne.--- XXX) El arte no puede reflejar más que hasta cierto punto, la complejidad individual.--- XXXI) Los pozos comunicantes. Ráfagas.--- XXXII) Ventajas de la multiplicidad de nuestro fondo íntimo.--- XXXIII) Momentos proféticos.--- XXXIV) El barco que parte.--- XXXV) Cosas que desaparecen en nuestro abismo interior, y vuelven de él. Las pulvículas de lo inconsciente.--- XXXVI) ¿Hay hecho pequeño?... Un vuelo de pájaros.--- XXXVII) Semillas que desdeña el árbol.--- XXXVIII) Fuerza de propaganda adscrita al acto más mínimo.--- XXXIX) El hecho nimio y la invención.--- XL) La vocación: su arraigo inconsciente.--- XLI) Ausencia de vocación una y precisa, por universalidad de la aptitud. Espíritus universales.--- XLII) A medida que la sociedad avanza, la vocación tiende a formas más definidas y concretas.--- XLIII) El porvenir. La esperanza en formas vivas.--- XLIV) Augurios. Pasan los niños sublimes....--- XLV) Augurios falaces. Las niñeces proféticas.--- XLVI) Permanencia estática de una simiente apta para germinar.--- XLVII) La autoridad paterna. Los oblatos.--- XLVIII) Vocación anticipada a la aptitud.--- XLIX) Ocasión preñada de destinos.--- L) Fuerza del amor en la formación de la personalidad.--- LI) La emoción del bárbaro.--- LII) El amor y la civilización personal.--- LIII) La leyenda del dibujo y la de la imprenta. El amor en las vocaciones.--- LIV) Amor y arte.--- LV) El hecho provocador. El anch'io. La conversación; la lectura.--- LVI) El anch'io que obra por contraste. «Si tú a la izquierda, yo a la derecha».--- LVII)
Acertar con el género de la vocación, y no con la especie. Determinación estrechísima de la aptitud; espíritus de un solo tema.--- LVIII) Vocación que se define por eliminaciones sucesivas.--- LIX) Vacilaciones que resuelve el azar.--- LX) Falsa universalidad. La amplitud ha de manifestarse en la contemplación.--- LXI) Elemento volitivo que incluye toda aptitud en acto. La vocación y los males de la voluntad.--- LXII) Vocación truncada por deficiente voluntad. El amaneramiento. Ejemplos de modificación progresiva de la obra. El reposo del mediodía.--- LXIII) Exceso de amor que paraliza la aptitud.--- LXIV) El sueño de perfección y la voluntad ejecutiva. Dos linajes de artistas. Luca, fa presto!.--- LXV) La colaboración. Casos que la justifican. La amistad en arte y ciencia.--- LXVI) Paso de una vocación a otra. De la acción a la contemplación; los grandes historiadores. De la contemplación a la acción.--- LXVII) Del arte a la ciencia; de la ciencia al arte; del arte a las letras; de un arte a otra; de la producción a la crítica; de la ciencia a la fe religiosa.--- LXVIII) Desdén o desamor por la aptitud que se tiene. Desproporción entre la vocación y la aptitud.--- LXIX) Vestigios de una primera vocación en otra que la sustituye.--- LXX) Riesgos y engaños en el cambio de vocación.--- LXXI) Desviaciones transitorias de la vocación, y utilidad que cabe en ellas.--- LXXII) Voz inquietante. Los mármoles sepultos.--- LXXIII) Las aptitudes perdidas en el fondo obscuro de la sociedad humana. La influencia negativa del medio social.--- LXXIV) Lucha entre la aptitud individual y la resistencia del medio. El pesimismo de Larra.--- LXXV) Superioridad posible de los incultos y los autodidactos. De cómo la cultura debe procurar parecerse a la ignorancia.--- LXXVI) Engaños de la imitación cuando no se concilia con la autonomía de la personalidad. Falsedad radical de las escuelas.--- LXXVII) Vocaciones malogradas. «Ven, muerte, tan escondida...». Andrés Chénier.--- LXXVIII) Áyax.--- LXXIX) Resumen: vocación y aptitud.---LXXX) Quien no avanza, retrocede. El cambio ha de armonizarse con el orden. La inquietud del febricitante.--- LXXXI) Vulgar facilidad para el cambio por deficiencia de personalidad.--- LXXXII) Ejemplo típico de renovación personal. El espíritu de Goethe.--- LXXXIII) El dilettantismo. Complejidad del alma contemporánea.--- LXXXIV) Diferencia entre el dilettantismo y la renovación positiva de la personalidad.--- LXXXV) Renovación falaz y artificiosa. Alcibíades.--- LXXXVI) Los viajes como instrumento de renovación. Aureola o penumbra de nuestro «yo».--- LXXXVII) La emancipación personal y la soledad.El monje Teótimo.--- LXXXVIII) La soledad y la permanencia en la patria.--- LXXXIX) Los viajes y nuestra capacidad de simpatía.--- XC) La nostalgia: elementos que entran en ella.--- XCI) El viajero de vocación es un alma opuesta al asceta y el estoico. El vagabondaggio.--- XCII) Los viajeros del Renacimiento. El caminante: Paracelso. El viajero de vocación es siempre el caminante.--- XCIII) Viajeros que, a su vuelta, magnetizan una sociedad. Contrarias formas de esta influencia.--- XCIV) Los viajes en la educación del artista.--- XCV) Naturaleza y arte: Italia. Milton; Goethe.--- XCVI) Inconfundible sello de los viajes en la obra artística.--- XCVII) Los viajes en la revelación y el desenvolvimiento de las vocaciones científicas. Montesquieu; Stuart Mill.--- XCVIII) Almas simples e inmutables: una sola idea; un solo impulso de pasión. Sublimidad posible de estos caracteres.--- XCIX) Cabe también en ellos cierto género de gracia. La manzana de Safo.--- C) Dos distintas especies de almas entusiastas.
Los seis peregrinos.--- CI) Necesidad de un principio director en el espíritu de cada uno de nosotros. Este principio puede ser inconsciente.--- CII) La influencia del techo. De cómo un principio director influye en todo lo del alma, sin necesidad de quedar solitario y único.--- CIII) El enamorado y la omnipresencia de su pasión.--- CIV) Una vocación suscita otras. Asociación o subordinación de vocaciones. Casos en que coexisten sin asociarse.--- CV) Vocaciones de arte y ciencia que se subordinan a la vida de acción. Diferentes vocaciones activas que se auxilian y complementan entre sí. Fecundidad de la unión de dos elementos contradictorios en una vocación compleja.--- CVI) Vocaciones activas subordinadas a las de la ciencia y el arte.--- CVII) Subordinación de una vocación artística a otra científica, y de una científica a otra artística. Asociación de diferentes vocaciones artísticas entre sí. Vocación de un arte interpretativa unida a la de la correspondiente arte creadora. Auxilios que se prestan la aptitud de producir y el entendimiento crítico.--- CVIII) Asociaciones permanentes entre las diferentes aptitudes científicas. Asociaciones puramente históricas o accidentales. La ciencia teórica y la facultad de su aplicación utilitaria. La facultad de enseñar, etc.--- CIX) Coexistencia de una vocación verdadera y otra falsa.--- CX) Otro punto de vista en la coexistencia y asociación de vocaciones.--- CXI) Virtud disciplinaria de toda potencia ideal que nos gobierna.--- CXII) La disciplina del amor y la calidad del objeto en que el amor se cifra.--- CXIII) De cómo una potencia ideal evita la pérdida de infinitas minuciosidades de nuestra actividad interna.--- CXIV)Hylas.--- CXV) Convicción, fe. La tolerancia y cómo ha de entendérsela.--- CXVI) Toda fe o convicción ha de ser modificable y perfectible. La sinceridad consigo mismo.--- CXVII) No es la convicción más honda la más igual y tranquila.--- CXVIII) Las petrificaciones orgánicas. Fe petrificada. Los que creen que creen.--- CXIX) Empezar por la simulación y acabar por la sinceridad.--- CXX) Posible autosugestión en el apóstol. Una anécdota de Rousseau.--- CXXI)
Proposición de un soliloquio fecundo. ¡Ayúdate de la soledad y del silencio!....--- CXXII)«Jubileo» que debería existir.--- CXXIII) No hay convicción tal que puedas dejar de trabajar sobre ella.--- CXXIV) Una convicción bien adquirida es trabajo acumulado.--- CXXV) Voces que se oponen a la emancipación de una conciencia. Primera voz: la del orgullo.--- CXXVI) Segunda voz: «¡Apóstata, traidor!».--- CXXVII) La despedida de Gorgias.--- CXXVIII) «Aún tendría otras cosas que deciros, mas no podríais llevarlas».--- CXXIX)La idea que se organiza en escuela o partido, pierde fatalmente parte de su esencia. Nombres que engendran odio.--- CXXX) Inconsecuencia aparente y perseverancia esencial.--- CXXXI) Apostasía con disfraz de constancia.--- CXXXII) Los amigos de Pirrón.--- CXXXIII) Tercera voz: ternura y gratitud. Cómo un primer amor puede vivir al través de los que le suceden.--- CXXXIV) Vestigio inmortal que deja de su paso toda fe sincera.--- CXXXV) Cuarta voz: temor a la soledad y el desamparo. Los tres cuervos del descubrimiento de Islandia.--- CXXXVI) En el fuerte, la duda no es desconcierto ni ocio. La duda laboriosa es, como la fe, principio de disciplina.--- CXXXVII) La idea, para ser eficaz, ha de acompañarse del sentimiento. El guijarro y el árbol.--- CXXXVIII) Conversiones livianas. La imaginación y la sensibilidad en la conversión.--- CXXXIX) La idea puede suscitar el sentimiento. Contradicciones íntimas. Toda pasión humana lleva en sí misma el germen de su disolución.--- CXL) Lucrecia y el mago.---CXLI) Ante los muros de la cárcel. El criminal heroico. Fatalidad de un momento. El epiléptico en la tumba.--- CXII) Tentaciones regresivas en la conversión incipiente.--- CXLIII) Un amplio don de expresión como incentivo de falsos cambios de ideas.--- CXLIV) La apostasía venal.--- CXLV) La pasión de Peregrino. Apostasía por codicia de fama. La falsa fuerza; la falsa originalidad.--- CXLVI) Paradoja sobre la originalidad.--- CXLVII) Versatilidad que remata en convicción firme y segura.--- CXLVIII) La vida es arte supremo.--- CXLIX) El primer instrumento de la regeneración es la esperanza de alcanzarla.--- CL) La esperanza, como luz; la voluntad, como fuerza. Omnipotencia de la voluntad.--- CLI) La pampa de granito.--- CLII) Sentido de esa parábola.--- CLIII) La voluntad colectiva. Un milagro del mapa.-- CLIV) La personalidad en los pueblos.--- CLV) El genio nacional.--- CLVI) Cambiar sin descaracterizarse.--- CLVII) Cuadro de otoño.--- CLVIII) Final. |
Motivos de Proteo [texto impreso] / José Enrique Rodó, Autor . - 1a. ed. . - Barreiro y Ramos, 1956 . - 357 p.. - ( Obras completas de José E. Rodó; 3) . ISBN : 978-9974-688-00-1 Idioma : Español ( spa) Palabras clave: | LITERATURA URUGUAYA. RODÓ, JOSÉ ENRIQUE 1871-1917. ENSAYO. | Nota de contenido: | I) Reformarse es vivir. Nuestra transformación personal en el tiempo.--- II) La voluntad rige esta transformación y la orienta. Persistencia indefinida de la educación.--- III) Orden y medida en el cambio. La curva.--- IV)Armonía de las edades. Ancianidad gloriosa.--- V) Un friso del Partenón.--- VI) De cómo el tránsito violento suele ser necesario. Ejemplo de él en el desenvolvimiento natural.--- VII) Cambio consciente y orientado, siempre.--- VIII) Mirando jugar a un niño.--- IX) Sentido de esta parábola.--- X) Actitud en la desilusión y el fracaso. Todo bien puede ser sustituido por otro género de bien.--- XI) Don Quijote vencido.--- XII) El dolor de una vocación defraudada. Las reservas de nuestro espíritu.--- XIII) Aptitudes que se revelan con la pérdida de otras.--- XIV) Obstáculos de orden moral que suscitan aptitudes nuevas.--- XV) ¿Qué vienes de buscar?....--- XVI) Hay una senda segura, y es la que va a lo hondo de uno mismo.--- XVII) La respuesta de Leuconoe.--- XVIII) Espacio, espacio es lo que te queda...--- XIX) El conocimiento propio como antecedente de la acción. Amiel y Marco Aurelio.-- XX) La sugestión social.--- XXI) El «yo» ficticio.--- XXII) La inscripción del Faro de Alejandría.--- XXIII) ¡Ése no eres tú!.--- XXIV) La multitud de los que se ignoran a sí mismos.--- XXV) Peer Gynt.--- XXVI) Nuestra complejidad personal. Nadie diga: «tal soy, tal seré siempre».--- XXVII) El meditador y el esclavo.--- XXVIII) ¿Nunca te has sentido distinto de ti mismo?.--- XXIX) Imposibilidad de una igualdad perenne.--- XXX) El arte no puede reflejar más que hasta cierto punto, la complejidad individual.--- XXXI) Los pozos comunicantes. Ráfagas.--- XXXII) Ventajas de la multiplicidad de nuestro fondo íntimo.--- XXXIII) Momentos proféticos.--- XXXIV) El barco que parte.--- XXXV) Cosas que desaparecen en nuestro abismo interior, y vuelven de él. Las pulvículas de lo inconsciente.--- XXXVI) ¿Hay hecho pequeño?... Un vuelo de pájaros.--- XXXVII) Semillas que desdeña el árbol.--- XXXVIII) Fuerza de propaganda adscrita al acto más mínimo.--- XXXIX) El hecho nimio y la invención.--- XL) La vocación: su arraigo inconsciente.--- XLI) Ausencia de vocación una y precisa, por universalidad de la aptitud. Espíritus universales.--- XLII) A medida que la sociedad avanza, la vocación tiende a formas más definidas y concretas.--- XLIII) El porvenir. La esperanza en formas vivas.--- XLIV) Augurios. Pasan los niños sublimes....--- XLV) Augurios falaces. Las niñeces proféticas.--- XLVI) Permanencia estática de una simiente apta para germinar.--- XLVII) La autoridad paterna. Los oblatos.--- XLVIII) Vocación anticipada a la aptitud.--- XLIX) Ocasión preñada de destinos.--- L) Fuerza del amor en la formación de la personalidad.--- LI) La emoción del bárbaro.--- LII) El amor y la civilización personal.--- LIII) La leyenda del dibujo y la de la imprenta. El amor en las vocaciones.--- LIV) Amor y arte.--- LV) El hecho provocador. El anch'io. La conversación; la lectura.--- LVI) El anch'io que obra por contraste. «Si tú a la izquierda, yo a la derecha».--- LVII)
Acertar con el género de la vocación, y no con la especie. Determinación estrechísima de la aptitud; espíritus de un solo tema.--- LVIII) Vocación que se define por eliminaciones sucesivas.--- LIX) Vacilaciones que resuelve el azar.--- LX) Falsa universalidad. La amplitud ha de manifestarse en la contemplación.--- LXI) Elemento volitivo que incluye toda aptitud en acto. La vocación y los males de la voluntad.--- LXII) Vocación truncada por deficiente voluntad. El amaneramiento. Ejemplos de modificación progresiva de la obra. El reposo del mediodía.--- LXIII) Exceso de amor que paraliza la aptitud.--- LXIV) El sueño de perfección y la voluntad ejecutiva. Dos linajes de artistas. Luca, fa presto!.--- LXV) La colaboración. Casos que la justifican. La amistad en arte y ciencia.--- LXVI) Paso de una vocación a otra. De la acción a la contemplación; los grandes historiadores. De la contemplación a la acción.--- LXVII) Del arte a la ciencia; de la ciencia al arte; del arte a las letras; de un arte a otra; de la producción a la crítica; de la ciencia a la fe religiosa.--- LXVIII) Desdén o desamor por la aptitud que se tiene. Desproporción entre la vocación y la aptitud.--- LXIX) Vestigios de una primera vocación en otra que la sustituye.--- LXX) Riesgos y engaños en el cambio de vocación.--- LXXI) Desviaciones transitorias de la vocación, y utilidad que cabe en ellas.--- LXXII) Voz inquietante. Los mármoles sepultos.--- LXXIII) Las aptitudes perdidas en el fondo obscuro de la sociedad humana. La influencia negativa del medio social.--- LXXIV) Lucha entre la aptitud individual y la resistencia del medio. El pesimismo de Larra.--- LXXV) Superioridad posible de los incultos y los autodidactos. De cómo la cultura debe procurar parecerse a la ignorancia.--- LXXVI) Engaños de la imitación cuando no se concilia con la autonomía de la personalidad. Falsedad radical de las escuelas.--- LXXVII) Vocaciones malogradas. «Ven, muerte, tan escondida...». Andrés Chénier.--- LXXVIII) Áyax.--- LXXIX) Resumen: vocación y aptitud.---LXXX) Quien no avanza, retrocede. El cambio ha de armonizarse con el orden. La inquietud del febricitante.--- LXXXI) Vulgar facilidad para el cambio por deficiencia de personalidad.--- LXXXII) Ejemplo típico de renovación personal. El espíritu de Goethe.--- LXXXIII) El dilettantismo. Complejidad del alma contemporánea.--- LXXXIV) Diferencia entre el dilettantismo y la renovación positiva de la personalidad.--- LXXXV) Renovación falaz y artificiosa. Alcibíades.--- LXXXVI) Los viajes como instrumento de renovación. Aureola o penumbra de nuestro «yo».--- LXXXVII) La emancipación personal y la soledad.El monje Teótimo.--- LXXXVIII) La soledad y la permanencia en la patria.--- LXXXIX) Los viajes y nuestra capacidad de simpatía.--- XC) La nostalgia: elementos que entran en ella.--- XCI) El viajero de vocación es un alma opuesta al asceta y el estoico. El vagabondaggio.--- XCII) Los viajeros del Renacimiento. El caminante: Paracelso. El viajero de vocación es siempre el caminante.--- XCIII) Viajeros que, a su vuelta, magnetizan una sociedad. Contrarias formas de esta influencia.--- XCIV) Los viajes en la educación del artista.--- XCV) Naturaleza y arte: Italia. Milton; Goethe.--- XCVI) Inconfundible sello de los viajes en la obra artística.--- XCVII) Los viajes en la revelación y el desenvolvimiento de las vocaciones científicas. Montesquieu; Stuart Mill.--- XCVIII) Almas simples e inmutables: una sola idea; un solo impulso de pasión. Sublimidad posible de estos caracteres.--- XCIX) Cabe también en ellos cierto género de gracia. La manzana de Safo.--- C) Dos distintas especies de almas entusiastas.
Los seis peregrinos.--- CI) Necesidad de un principio director en el espíritu de cada uno de nosotros. Este principio puede ser inconsciente.--- CII) La influencia del techo. De cómo un principio director influye en todo lo del alma, sin necesidad de quedar solitario y único.--- CIII) El enamorado y la omnipresencia de su pasión.--- CIV) Una vocación suscita otras. Asociación o subordinación de vocaciones. Casos en que coexisten sin asociarse.--- CV) Vocaciones de arte y ciencia que se subordinan a la vida de acción. Diferentes vocaciones activas que se auxilian y complementan entre sí. Fecundidad de la unión de dos elementos contradictorios en una vocación compleja.--- CVI) Vocaciones activas subordinadas a las de la ciencia y el arte.--- CVII) Subordinación de una vocación artística a otra científica, y de una científica a otra artística. Asociación de diferentes vocaciones artísticas entre sí. Vocación de un arte interpretativa unida a la de la correspondiente arte creadora. Auxilios que se prestan la aptitud de producir y el entendimiento crítico.--- CVIII) Asociaciones permanentes entre las diferentes aptitudes científicas. Asociaciones puramente históricas o accidentales. La ciencia teórica y la facultad de su aplicación utilitaria. La facultad de enseñar, etc.--- CIX) Coexistencia de una vocación verdadera y otra falsa.--- CX) Otro punto de vista en la coexistencia y asociación de vocaciones.--- CXI) Virtud disciplinaria de toda potencia ideal que nos gobierna.--- CXII) La disciplina del amor y la calidad del objeto en que el amor se cifra.--- CXIII) De cómo una potencia ideal evita la pérdida de infinitas minuciosidades de nuestra actividad interna.--- CXIV)Hylas.--- CXV) Convicción, fe. La tolerancia y cómo ha de entendérsela.--- CXVI) Toda fe o convicción ha de ser modificable y perfectible. La sinceridad consigo mismo.--- CXVII) No es la convicción más honda la más igual y tranquila.--- CXVIII) Las petrificaciones orgánicas. Fe petrificada. Los que creen que creen.--- CXIX) Empezar por la simulación y acabar por la sinceridad.--- CXX) Posible autosugestión en el apóstol. Una anécdota de Rousseau.--- CXXI)
Proposición de un soliloquio fecundo. ¡Ayúdate de la soledad y del silencio!....--- CXXII)«Jubileo» que debería existir.--- CXXIII) No hay convicción tal que puedas dejar de trabajar sobre ella.--- CXXIV) Una convicción bien adquirida es trabajo acumulado.--- CXXV) Voces que se oponen a la emancipación de una conciencia. Primera voz: la del orgullo.--- CXXVI) Segunda voz: «¡Apóstata, traidor!».--- CXXVII) La despedida de Gorgias.--- CXXVIII) «Aún tendría otras cosas que deciros, mas no podríais llevarlas».--- CXXIX)La idea que se organiza en escuela o partido, pierde fatalmente parte de su esencia. Nombres que engendran odio.--- CXXX) Inconsecuencia aparente y perseverancia esencial.--- CXXXI) Apostasía con disfraz de constancia.--- CXXXII) Los amigos de Pirrón.--- CXXXIII) Tercera voz: ternura y gratitud. Cómo un primer amor puede vivir al través de los que le suceden.--- CXXXIV) Vestigio inmortal que deja de su paso toda fe sincera.--- CXXXV) Cuarta voz: temor a la soledad y el desamparo. Los tres cuervos del descubrimiento de Islandia.--- CXXXVI) En el fuerte, la duda no es desconcierto ni ocio. La duda laboriosa es, como la fe, principio de disciplina.--- CXXXVII) La idea, para ser eficaz, ha de acompañarse del sentimiento. El guijarro y el árbol.--- CXXXVIII) Conversiones livianas. La imaginación y la sensibilidad en la conversión.--- CXXXIX) La idea puede suscitar el sentimiento. Contradicciones íntimas. Toda pasión humana lleva en sí misma el germen de su disolución.--- CXL) Lucrecia y el mago.---CXLI) Ante los muros de la cárcel. El criminal heroico. Fatalidad de un momento. El epiléptico en la tumba.--- CXII) Tentaciones regresivas en la conversión incipiente.--- CXLIII) Un amplio don de expresión como incentivo de falsos cambios de ideas.--- CXLIV) La apostasía venal.--- CXLV) La pasión de Peregrino. Apostasía por codicia de fama. La falsa fuerza; la falsa originalidad.--- CXLVI) Paradoja sobre la originalidad.--- CXLVII) Versatilidad que remata en convicción firme y segura.--- CXLVIII) La vida es arte supremo.--- CXLIX) El primer instrumento de la regeneración es la esperanza de alcanzarla.--- CL) La esperanza, como luz; la voluntad, como fuerza. Omnipotencia de la voluntad.--- CLI) La pampa de granito.--- CLII) Sentido de esa parábola.--- CLIII) La voluntad colectiva. Un milagro del mapa.-- CLIV) La personalidad en los pueblos.--- CLV) El genio nacional.--- CLVI) Cambiar sin descaracterizarse.--- CLVII) Cuadro de otoño.--- CLVIII) Final. |
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